martes, 12 de febrero de 2013

Carta a los Odiantes...

Una mañana te levantas y descubres que tienes enemigos. Pero no contrincantes a los que enfocar cara a cara, sino de los peores, los que te desean el mal .
Siempre he creído en las energías.
Hay personas que estar junto a ellas es un chute de positividad, y otras que su sola presencia te carga de tanto mal rollo que podrías iluminar la dinamo de la bici hasta verano, sólo con estar cinco minutos a su lado.
Y luego están los que no ves venir, aquellos que te guardan rencor visceral y han creado un halo de odio a tu alrededor sin tú saberlo. Suelen crucificarte por cosas que jamás te perdonarán y por las que, en las mayoría de los casos, no tienes mucho que ver, por ejemplo que te eligieron a ti en un trabajo en lugar de a ellos, los desechaste como pareja o tienes cierto éxito en la vida que ellos no tienen (utilizo el genérico masculino, aunque se sobreentiende que son tanto ellos como ellas).
¿Y cuál es su propósito? llenar tu vida de mierda, enfocar todas sus malas vibraciones hacia ti, ignorante de tanta inquina, con cara de diana a la que le llueven los dardos sin saber de dónde vienen.
Estas letras van para las personas que me odian, desean el mal o me guardan un odio tan profundo como para tenerme presente en sus vidas

1. Si tanto me odias, háztelo mirar. Tu vida ha de estar muy vacía como para pasarte el día pensando en como fastidiar la mía.
2. Si ese odio es fundado, dímelo a la cara. No soy infalible y he podido herirte sin darme cuenta, en cuyo caso, lo hablamos, saneamos la manzana y tú a tu peral y yo a mi naranjo.
3. El odio es una energía inútil. No lleva a ninguna parte, cuando te entren las ganas de joderme a mi, échate unas carreritas, unos cubatas o córtate el pelo, cualquiera de las tres cosas subirán tu autoestima
4. Que sepas que es inútil. Parafraseando a mi amigo Carlos "Me la truja". No vas a conseguir nada, me da igual lo que hagas, sientas o desees. Yo no odio a nadie, así que no jugamos en la misma liga.
5. Todo el mal que me desees te volverá multiplicado. La vida es una atracción de deseos que no entiende muy bien de remitentes. Tú deseas y la vida te da, aunque quizá se quede en tu buzón
6.Odiar cansa. Descansa de mi

Ale, espero que algún/a odiante  se de por aludido/a y mejore su vida.
La mía, bien gracias, sin odio, rencores ni energías que no sean renovables.

1 comentario:

El caldero del gato dijo...

Quizá por aquello de mi pasado laboral, me quedo con el punto 5.