viernes, 18 de noviembre de 2011

Lejos...

Lejos de casa.
Últimamente me acompaña la lluvia con demasiada frecuencia.
El chisporroteo de las gotas sobre las losetas del patio de mi hotel es casi mecánico... gota, gota, gota, gota...
No es buena para mi la combinación de lejanía, soledad y mal tiempo. Si a eso le unes cansancio y miles de horas de trabajo el cocktel es explosivo.
¿Qué me gustaría hacer ahora? ¿Dónde estar?
El tren de la imaginación es gratuito, con él puedes escapar a cualquier lugar, tiempo, momento de tu vida... o inventarlo.
Gota, gota, gota, gota... rail, rail, rail...

martes, 8 de noviembre de 2011

11...


No es la primera vez que mi madre me dice: "Hija, te ves hechas las mudanzas"... sí vuelvo a cambiar de casa.
No hace mucho tiempo, escribía en este blog un post a propósito de mi penúltimo cambio de morada, compartiendo con vosotros lo que significa para mi abrir las puertas de un nuevo hogar.
Mi nueva casa será la número 11.
11 veces he embalado y desembalado mi vida, he dejado atrás y empezado una nueva etapa, he devuelto y recibido llaves...todas y cada una de esas veces, se ha abierto una etapa en mi vida, algunas más ocuras que otras, pero no renuncio a ninguna de ellas, todas, a su manera, han sido especiales.
El primer piso donde viví guarda mis recuerdos de infancia. La imagen de mi padre, el largo pasillo al que le debo mi cicatriz en la barbilla, las meriendas con mi hermana sentadas en unos pequeños sillones de mimbre viendo pasar los coches cuatro pisos más abajo...
El apartamento que supuso la emancipación de mis padres me trae a mi mejor amiga, las hamburguesas con helado porque no había para más, la lejanía de los míos, la excitante experiencia de la independencia...
Dos casas más en la fría Castilla atesoran el aprendizaje profesional, una gran familia que me acogió como una hija más, las comidas con compañeros y el frío más intenso que jamás he sentido, pero sí, volvería con los ojos cerrados...
El campo siempre ha sido sinónimo de familia, lumbre y gente en casa, burros, sonrisas y felicidad...
De nuevo cierro una puerta para abrir otra.
He de decir que con un significado muy importante en este momento de mi vida.
Lo hago con ilusión, convencimiento y sabiendo que ésta vez no es una casa más, ha sido buscada, elegida, vivida y disfrutada.
Me llevo los aviones, las estrecheces, las horas delante de un ordenador con los míos, y muchas luces y sombras... parece mentira en una casa con sólo dos ventanas.
Como decía mi abuela: " Para atrás ni para tomar impulso" y lo que tengo delante es lo más maravilloso que me ha pasado en la vida, y que dure, lleno de luz...
¿Quién me regala un llavero?