Hace un año, recién llegada del terremoto de Lorca, escribí este
post. Hoy,lo rescato con todo mi
cariño para los lorquinos que me he encontrado en estos 365
días... Alfonso, María, Maruja, Josefa,Víctor,Carmen... a todos...y muy especialmente
a Salvador, te llevo en el alma a ti y a tus dos hijos...
"Acabo de llegar de Lorca.
No fui cuando se produjo el terremoto,
todo lo vi por televisión, y ha sido una de las experiencias
emocionales más duras de mi vida.
Cuando lo pasamos mal creemos
que nuestro dolor es el único y más grande, pero si eres testigo del
dolor ajeno en circunstancias tan extremas, se te encoge el alma y te
das cuenta de lo realmente importante.
Estuve con 50 familias a
las que les daban 10 minutos para recoger todo lo que pudieran de sus
casas. Tenían que entrar por ventanas y balcones porque las escaleras de
acceso a sus viviendas eran impracticables o,simplemente, no existían.
El primer mazazo, un aspa roja rodeada por un círculo en la fachada del
inmueble. Me vino a la cabeza cómo marcaban las casas de los judíos en
el holocausto nazi.
Toda la manzana de viviendas va a ser derribada,desaparecerá en pocos días llevándose consigo recuerdos, sueños y esperanzas.
Una
anciana de más de 80 años espera junto a su nevera,lavadora y las
bombonas de butano que alimentaban la cocina, a su lado, el colchón de
la cama sobre un banco.Viuda, sola, con la mirada perdida...
Poco
más allá, un hombre apoyado en un árbol con dos grandes bolsas. Le
pregunto qué ha podido rescatar, "lo más importante", me dice, fotos,
recuerdos y los juguetes de sus nietos. Sobresalen de los bolsones
muñecas, vestiditos y libros de colorear...
Pero si hubo alguien
que no olvidaré fue una mujer que esperaba en la cola de los que tenían
todavía que entrar a sus viviendas. Agarraba fuertemente una bolsa
flanqueada por sus dos hijos, un chico y una chica de apenas 20 años. No
apartaba la mirada de la que había sido su casa, me hablaba de
esperanza, resignación, cuando me contó que, además del brutal golpe que
le dió la tierra cuando tembló, hacía dos días que había enterrado a su
marido."Es un sueño, todavía no me creo que todo esto me esté pasando",
no sabía qué decirle, ¿cómo consuelas a alguien que ha perdido al amor
de su vida y su hogar en apenas unas semanas? Me sonrió, y me dijo "no
queda otra que tirar pa´lante", su hijo tímidamente le puso el brazo en
el hombro,se convirtió en su único pilar.
Me encontraba mal,sentía
náuseas, nervios,ganas de llorar, empatizaba con su dolor, me imaginaba
lo que tenían que estar pasando y cómo lo habría vivido yo. Pensaba en
mi casa, que me está costando tanto pagar, en las ilusiones que deposité
en ella, mis vivencias, recuerdos... tremendo.
Una mujer de
mediana edad me cogió del brazo, "chica, la vida puede cambiarte en
segundos" me dijo, y era verdad, la vida es la mayor caja de sorpresas.
Me
vino un recuerdo a la cabeza, pocos días antes de darme la trombosis
tuve un pensamiento en ese sentido. Volvía del periódico, estaba pasando
por el aeropuerto, como todos los días, a las seis y media de la tarde.
Misma hora, mismo recorrido, todos los días igual... lo recuerdo
nítidamente, pensé, no sé cómo la gente dice que le cambia la vida de un
plumazo, la mía es monótona, todos los días lo mismo... pocos días
después mi vida giró como nunca antes lo había hecho.
Disfrutemos
mientras seamos afortunados, afrontemos la vida con ilusión minimizando
los problemas aunque sean importantes, seamos fuertes ante la
adversidad, luchemos por ser felices, seamos valientes... porque todo se
puede convertir en ruinas en sólo 5 segundos."
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