lunes, 6 de febrero de 2012

Resistencia y reexistencia...

A una de las personas a las que más quiero en la vida, se la han destrozado.
Ha ido a dar con un sinvergüenza que no sólo se ha contentado con romperle el corazón sino que la ha dejado sin un duro, con un mar de deudas y la cara de boba de no saber por dónde le han venido los golpes...
Lo triste de todo, es que la historia me es familiar...
"Quien no se entrega del todo a una relación no la vive en su plenitud"... tonterías, eso se hacía cuando teníamos 15 años, cuando nuestro máximo riesgo es llorar un par de meses, suspender algún examen o tachar su nombre las mil veces que lo hemos escrito en la parte trasera de nuestro cuaderno.
Claro que debemos vivir con total intensidad el amor, pero con red, salvaguarda, prudencia y sin entregar el código pin de las tarjetas.Porque el amor nos hace vulnerables, nos puede poner a merced de alguien sin escrúpulos que nos saque los hígados, abre las puertas a que nos puedan utilizar y todo con una premisa "porque cuando se está enamorada se hace todo por la otra persona". Ahora te digo que no, que se puede hacer todo lo que se pueda dentro de unos límites y siguiendo otra máxima "te quiero mucho, pero más me quiero yo".
Sé que vas a leer estas líneas, y quiero que sepas que tienes todo mi apoyo, que esta nueva etapa, aventura y negocio que emprendes va a salir bien, mira a tu alrededor, somos muchos los que estamos y hemos estado siempre contigo, y aquí seguimos...
Hemos pasado mucho juntas, y ya sabes "dentro de un año, hará un año"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Resistire y reexistire, por mi, por todos los que estáis a mi lado. Te quiero, gracias por seguir en mi camino...... y tal día hará un año y, ya que estamos, nosotras para una mierda de calcetin no ponemos la lavadora. Un besazo

El Gato dijo...

Lo que no nos mata nos hace más fuertes... y tú encima tienes a Audrey al lado para darte más fuerza si la necesitas. ¡Animo anonim@!